Homeostasis, salud y enfermedad y su relación con el
cáncer de pulmón
El sistema inmunitario es capaz de responder ante la
presencia de células cancerosas por medio de dos maneras que comparten
similitudes entre sí. Ambos constan de una reacción hacia los antígenos que la
célula cancerosa presenta, ya sean específicos o asociados al tumor. Dichos
antígenos tumorales son producto de proteínas mutadas, que tienen la función de
identificar, en este caso, el granuloma dentro del organismo. (Finn, 2008)
La neoplasia causada por virus muestra antígenos
virales, qué a su vez, sirven como antígenos tumorales. Por ejemplo, los genes
E6 y E7 funcionan como biomarcadores que ayudan a identificar la presencia del
virus del papiloma humano, y por ende, la formación de carcinoma cervical (Finn,
2008).
Asimismo, ambos procedimientos actúan conforme el ciclo
de inmunidad del cáncer lo dictamina. Las alteraciones genéticas y celulares
proveen los estímulos necesarios al sistema inmunitario para generar linfocitos
T, los cuales son los encargados de reconocer y erradicar células cancerosas
(Chen, Mellman 2013). {1}A continuación se presenta dicho ciclo:
{1} Figura 1 (De
León, Pareja 2018)
No obstante, de acuerdo con el NIH (National Institute
of Health), en ocasiones es insuficiente la respuesta autónoma del sistema
inmunitario por lo que se recurre a métodos de inmunoterapia. De las cuales destacan:
·
Estimulación
inmunitaria no específica: Se hace uso de medicamentos para aumentar la
respuesta inmunitaria general del individuo.
·
Terapia de transferencia
de Células T: Se extraen linfocitos T del paciente para después cultivarlos en
un laboratorio y llevar a cabo una proliferación de éstas. Finalmente, son
reintroducidas al paciente.
·
Inhibidores de
puntos de control inmunitario: Fármacos que activan manualmente las células T para
poder atacar el cáncer.
En cuanto al cáncer de pulmón se refiere, el gen HGNC
EGFR es uno de bastantes genes utilizados como biomarcadores tumorales para
reflejar características moleculares de células neoplásicas y de esta manera,
lidiar con esta enfermedad eficazmente. (Ogino, Galon, Fuchs, Dranoff 2011)
De acuerdo con la clase IB1005.1 “Fundamentación de sistemas
biológicos”, la medicina genómica y la farmacogenética tienen un rol primordial
al momento de discutir sobre tratamientos para el cáncer.
Los propósitos a los que se aspiran al tratar con
pacientes que sufren de cáncer es curar la enfermedad, prolongar la
supervivencia y mejorar la calidad de vida. Por esa razón es fundamental
identificar los biomarcadores informativos involucrados en las terapias de los
pacientes, para brindar medicinas personalizadas y ofrecer el tratamiento
óptimo para cada individuo, tal como reducir los efectos adversos. (Ogino, et
al. 2011)
El estrés psicológico es un trastorno que ocurre cuando
un individuo percibe que las demandas cotidianas exceden su capacidad de
adaptación (Cohen, Janicki-Deverts,Miller 2007). Es decir, lo que siente una
persona al estar bajo presión mental, física o emocional. (NIH,2012)
Por lo general, es asumido que el estrés influye en la
creación, desarrollo y propagación de un patógeno; pero, ¿qué relación existe
entre lo que dictamina la ciencia y lo estipulado por la creencia popular?
El estrés psicológico
se presenta por medio de estados afectivos negativos, como la ansiedad o la depresión,
que en consecuencia exhiben efectos directos en los procesos biológicos o
patrones de comportamiento del individuo, de modo que el riesgo de contraer una
enfermedad aumenta (Cohen, Janicki-Deverts,Miller 2007).
La presencia de estrés psicológico ocasional en el
organismo desencadena dos sistemas endócrinos de respuesta: El eje
hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA) y el sistema simpático-adrenal-medular
(SAM) son los responsables de producir hormonas, como el cortisol y la
epinefrina, que regulen los procesos fisiológicos del cuerpo. Asimismo, dichas
hormonas actúan conforme se perciba una amenaza al elevar los niveles de
glucosa, incrementar el ritmo cardiaco y la presión arterial entre otras
acciones (Cohen, Janicki-Deverts,Miller 2007).
Sin embargo, si el
paciente sufre de estrés crónico, la prolongada activación de los sistemas HHA
y SAM interferirá en el control adecuado de los procesos fisiológicos, debilitando
sistemas tales como el inmunitario; abriendo el paso a desórdenes físicos y
psiquiátricos (Cohen, Janicki-Deverts,Miller 2007).
La investigación de la relación entre el cáncer y el
estrés se ha visto mermada por consideraciones éticas que prohíben el uso de
experimentos en humanos. Además, la ambigüedad y falta de consistencia en los
resultados de ciertos estudios comprometen el veredicto de que, en efecto el
estrés sea un pionero en la creación de una célula cancerosa. Por lo que es
complicado encontrar una relación de causa y efecto entre estos dos tipos de
trastornos con la evidencia que ha sido presentada. Sin embargo, los efectos
que el estrés implementa sobre un individuo pueden ocasionar una serie de eventos
que estimulen el crecimiento de un tumor. Defensas antivirales, reparación del ADN
y envejecimiento celular son procesos patogénicos vitales que se ven
comprometidos al estar sujetos a altos niveles de estrés (Cohen,
Janicki-Deverts,Miller 2007).
En conclusión, las muestras limitadas de estudios y
experimentos resultan en una evidencia débil que soporte que el estrés
psicológico cause algún tipo de cáncer. No obstante, el estrés generado por
factores ambientales y demográficos incitan la progresión del cáncer y de otras
enfermedades.
Bibliografía:
- Finn, O. J. (2008). Cancer Immunology. New England Journal of Medicine, 358(25), 2704–2715. doi:10.1056/nejmra072739
- Chen, D. S., &
Mellman, I. (2013). Oncology Meets Immunology: The Cancer-Immunity Cycle.
Immunity, 39(1), 1–10. doi:10.1016/j.immuni.2013.07.012
- Woo, E. Y., Yeh,
H., Chu, C. S., Schlienger, K., Carroll, R. G., Riley, J. L., … June, C. H. (2002).
Cutting Edge: Regulatory T Cells from Lung Cancer Patients Directly Inhibit
Autologous T Cell Proliferation. The Journal of Immunology, 168(9), 4272–4276.
doi:10.4049/jimmunol.168.9.4272
- Ogino, S., Galon,
J., Fuchs, C. S., & Dranoff, G. (2011). Cancer immunology—analysis of host and
tumor factors for personalized medicine. Nature Reviews Clinical Oncology,
8(12), 711–719. doi:10.1038/nrclinonc.2011.122
- de
León, Joel, & Pareja, Arturo. (2018). Inmunología del cáncer I: bases
moleculares y celulares de la respuesta inmune antitumoral. Horizonte Médico (Lima), 18(3), 80-89. https://dx.doi.org/10.24265/horizmed.2018.v18n3.1
- Inmunoterapia para el cáncer. (n.d.). Retrieved from https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/tipos/inmunoterapia
- Cohen, S.,
Janicki-Deverts, D., & Miller, G. E. (2007). Psychological Stress and
Disease. JAMA, 298(14), 1685. doi:10.1001/jama.298.14.1685
- Estrés
psicológico y el cáncer. (n.d.). Retrieved
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https://www.cancer.gov/espanol/cancer/sobrellevar/sentimientos/hoja-informativa-estres
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