domingo, 22 de septiembre de 2019

Homeostasis, salud y enfermedad y su relación con el cáncer de pulmón


Homeostasis, salud y enfermedad y su relación con el cáncer de pulmón

El sistema inmunitario es capaz de responder ante la presencia de células cancerosas por medio de dos maneras que comparten similitudes entre sí. Ambos constan de una reacción hacia los antígenos que la célula cancerosa presenta, ya sean específicos o asociados al tumor. Dichos antígenos tumorales son producto de proteínas mutadas, que tienen la función de identificar, en este caso, el granuloma dentro del organismo. (Finn, 2008)
La neoplasia causada por virus muestra antígenos virales, qué a su vez, sirven como antígenos tumorales. Por ejemplo, los genes E6 y E7 funcionan como biomarcadores que ayudan a identificar la presencia del virus del papiloma humano, y por ende, la formación de carcinoma cervical (Finn, 2008).
Asimismo, ambos procedimientos actúan conforme el ciclo de inmunidad del cáncer lo dictamina. Las alteraciones genéticas y celulares proveen los estímulos necesarios al sistema inmunitario para generar linfocitos T, los cuales son los encargados de reconocer y erradicar células cancerosas (Chen, Mellman 2013). {1}A continuación se presenta dicho ciclo:

{1} Figura 1 (De León, Pareja 2018)


No obstante, de acuerdo con el NIH (National Institute of Health), en ocasiones es insuficiente la respuesta autónoma del sistema inmunitario por lo que se recurre a métodos de inmunoterapia. De las cuales destacan:
·         Estimulación inmunitaria no específica: Se hace uso de medicamentos para aumentar la respuesta inmunitaria general del individuo.
·         Terapia de transferencia de Células T: Se extraen linfocitos T del paciente para después cultivarlos en un laboratorio y llevar a cabo una proliferación de éstas. Finalmente, son reintroducidas al paciente.
·         Inhibidores de puntos de control inmunitario: Fármacos que activan manualmente las células T para poder atacar el cáncer.
En cuanto al cáncer de pulmón se refiere, el gen HGNC EGFR es uno de bastantes genes utilizados como biomarcadores tumorales para reflejar características moleculares de células neoplásicas y de esta manera, lidiar con esta enfermedad eficazmente. (Ogino, Galon, Fuchs, Dranoff 2011)
De acuerdo con la clase IB1005.1 “Fundamentación de sistemas biológicos”, la medicina genómica y la farmacogenética tienen un rol primordial al momento de discutir sobre tratamientos para el cáncer.
Los propósitos a los que se aspiran al tratar con pacientes que sufren de cáncer es curar la enfermedad, prolongar la supervivencia y mejorar la calidad de vida. Por esa razón es fundamental identificar los biomarcadores informativos involucrados en las terapias de los pacientes, para brindar medicinas personalizadas y ofrecer el tratamiento óptimo para cada individuo, tal como reducir los efectos adversos. (Ogino, et al. 2011)
El estrés psicológico es un trastorno que ocurre cuando un individuo percibe que las demandas cotidianas exceden su capacidad de adaptación (Cohen, Janicki-Deverts,Miller 2007). Es decir, lo que siente una persona al estar bajo presión mental, física o emocional. (NIH,2012)
Por lo general, es asumido que el estrés influye en la creación, desarrollo y propagación de un patógeno; pero, ¿qué relación existe entre lo que dictamina la ciencia y lo estipulado por la creencia popular?
 El estrés psicológico se presenta por medio de estados afectivos negativos, como la ansiedad o la depresión, que en consecuencia exhiben efectos directos en los procesos biológicos o patrones de comportamiento del individuo, de modo que el riesgo de contraer una enfermedad aumenta (Cohen, Janicki-Deverts,Miller 2007).
La presencia de estrés psicológico ocasional en el organismo desencadena dos sistemas endócrinos de respuesta: El eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA) y el sistema simpático-adrenal-medular (SAM) son los responsables de producir hormonas, como el cortisol y la epinefrina, que regulen los procesos fisiológicos del cuerpo. Asimismo, dichas hormonas actúan conforme se perciba una amenaza al elevar los niveles de glucosa, incrementar el ritmo cardiaco y la presión arterial entre otras acciones (Cohen, Janicki-Deverts,Miller 2007).
Sin embargo, si el paciente sufre de estrés crónico, la prolongada activación de los sistemas HHA y SAM interferirá en el control adecuado de los procesos fisiológicos, debilitando sistemas tales como el inmunitario; abriendo el paso a desórdenes físicos y psiquiátricos (Cohen, Janicki-Deverts,Miller 2007).
La investigación de la relación entre el cáncer y el estrés se ha visto mermada por consideraciones éticas que prohíben el uso de experimentos en humanos. Además, la ambigüedad y falta de consistencia en los resultados de ciertos estudios comprometen el veredicto de que, en efecto el estrés sea un pionero en la creación de una célula cancerosa. Por lo que es complicado encontrar una relación de causa y efecto entre estos dos tipos de trastornos con la evidencia que ha sido presentada. Sin embargo, los efectos que el estrés implementa sobre un individuo pueden ocasionar una serie de eventos que estimulen el crecimiento de un tumor. Defensas antivirales, reparación del ADN y envejecimiento celular son procesos patogénicos vitales que se ven comprometidos al estar sujetos a altos niveles de estrés (Cohen, Janicki-Deverts,Miller 2007).
En conclusión, las muestras limitadas de estudios y experimentos resultan en una evidencia débil que soporte que el estrés psicológico cause algún tipo de cáncer. No obstante, el estrés generado por factores ambientales y demográficos incitan la progresión del cáncer y de otras enfermedades.


Bibliografía:


  •  Finn, O. J. (2008). Cancer Immunology. New England Journal of Medicine, 358(25), 2704–2715. doi:10.1056/nejmra072739
  •       Chen, D. S., & Mellman, I. (2013). Oncology Meets Immunology: The Cancer-Immunity Cycle. Immunity, 39(1), 1–10. doi:10.1016/j.immuni.2013.07.012
  •          Woo, E. Y., Yeh, H., Chu, C. S., Schlienger, K., Carroll, R. G., Riley, J. L., … June, C. H. (2002). Cutting Edge: Regulatory T Cells from Lung Cancer Patients Directly Inhibit Autologous T Cell Proliferation. The Journal of Immunology, 168(9), 4272–4276. doi:10.4049/jimmunol.168.9.4272
  •          Ogino, S., Galon, J., Fuchs, C. S., & Dranoff, G. (2011). Cancer immunology—analysis of host and tumor factors for personalized medicine. Nature Reviews Clinical Oncology, 8(12), 711–719. doi:10.1038/nrclinonc.2011.122
  •          de León, Joel, & Pareja, Arturo. (2018). Inmunología del cáncer I: bases moleculares y celulares de la respuesta inmune antitumoral. Horizonte Médico (Lima), 18(3), 80-89. https://dx.doi.org/10.24265/horizmed.2018.v18n3.1
  •          Inmunoterapia para el cáncer. (n.d.). Retrieved from https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/tipos/inmunoterapia
  •          Cohen, S., Janicki-Deverts, D., & Miller, G. E. (2007). Psychological Stress and Disease. JAMA, 298(14), 1685. doi:10.1001/jama.298.14.1685
  •          Estrés psicológico y el cáncer. (n.d.). Retrieved from https://www.cancer.gov/espanol/cancer/sobrellevar/sentimientos/hoja-informativa-estres








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